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NI MUERTA NI RESUCITADA


Archivos Vicente Sanahuja 
Segundo Alfonso XII

  Leemos en "La Voz Montañesa de  Santander  " ( 24-6-1889 ):

    A bordo del Vapor Alfonso XII, llegado hace pocos días a este puerto, que venía un cadáver  de un personaje y con el fin de dejar la verdad en su lugar, porque el hecho lo merece, hemos de referir lo ocurrido. Este cadáver saltó a tierra por su propio pie. Los pasajeros debieron de apercibirse de que se embarcaba un ataúd de lujo y que supuestamente dentro contenía un cadáver, pues no se usan a bordo y no había nadie de tener el capricho de viajar con su caja de entierro en viaje de Cuba a  Santander sin ningún cadáver. 

 El hecho, pues, era simplemente que embarcaba para España una señorita de familia muy rica y a la vez muy enferma, tan grave que se presumía expiara en dos o tres días de navegación. Con fin de evitar que sus restos fueran arrojados al mar y como se contaba que su fallecimiento era inminente, se embarcaron todos los elementos necesarios para embalsamar el cadáver en la caja e lujo para conducirla a la Península.

     Contra todos los diagnósticos y pronósticos de la ciencia y los presentimientos de la familia, la joven lejos de agravarse, con la brisa del mar y los mareos sintió una notable mejoría, que saltando a tierra en Santander, se halló completamente restablecida.
 Mientras almorzaba la señorita opiperamente en la fonda donde se hospedaba los empleados de la aduana y algunos curiosos podían observar el paso de carruajes del cortejo fúnebre sin cadáver alguno.