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Extraordinaria vida de EMILIO GOMEZ DIAZ ( y el Naufragio del Vapor Baracaldo )

 Por Manuel Rodríguez Aguilar

  Sabemos de farsantes pero ninguno comparable a nuestro protagonista. Nació en 1879 en Cuba siendo aún Española, trasladado a Londres donde transcurrió su niñez. En 1893 viajó hasta España donde fijó su residencia, demostrando una precocidad extraordinaria en todo lo que hacía. En ese mismo año se incorporó al recién estrenado vapor con casco de acero "BARACALDO".

     Siguió su vocación marinera como piloto en varios buques cambiando su vida al conocer a unos estafadores de renombre  a los que su propio ingenió superó de inmediato teniendo en cuenta su porte aristocrático y preparación exquisita, hablando 6 idiomas. Adoptó diferentes nombres con personalidades múltiples, siendo en ocasiones hijo de almirante de la armada, hijo de Conde, Antonio Villamil, Tomás Pórtoles, Emilio San Pedro Bienes, Deogracias Nicanor San Pedro y Torres.

    El episodio que le dio fama es hacerse pasar por el Principe Alejandro de Battenberg, hermano mayor de la futura reina consorte de España ( que presumiblemente iba a contraer matrimonio con Afonso XIII ). Desde Inglaterra mandó un telegrama al Gobierno Español que el príncipe iba a efectuar visitas a las ciudades de Valladolid, Toledo y Zaragoza y Valencia.  Emílio ya convertido en un doble del príncipe Alejandro y con séquito incorporado llegó a Paris donde el embajador de Su Majestad español le rindió todo tipo de agasajos. La despedida en París fue apoteósica en la estación de Orsay con banda musical incluida le rindió honores. En San Sebastián banderas españolas y británicas flameaban a su paso como correspondía un verdadero Príncipe de Battenberg.

     De igual modo sucedió en Valladolid donde siguieron con la alocada farsa con representaciones en el Teatro Calderón. En Toledo visitaron la Academia de Infantería con entrega de una espada toledana con empuñadura de oro. Al Cardenal Sancha le sacó una importante cantidad de dinero. Siguieron hasta Zaragoza donde el presunto príncipe llegó a entrar bajo palio en la catedral. Siguió hasta Valencia donde ya no se pudo aguantar por mas tiempo la farsa. Al final se descubrió que el Príncipe no podía estar en dos sitios a la vez. Naturalmente Emílio fue encarcelado, cumpliendo su pena pero a su salida puso el broche de oro.

        El vapor BARACALDO el 18 de octubre de 1921, al mando del Capitán Fernández Olascoaga, sufrió una avería que  produjo su naufragio. En el juicio se descubrió que el nombre real del Capitán era EMILIO GOMEZ DÏAZ que sin ser capitán falseó la documentación en una farsa mas colaborando  con el armador, para cobrar el seguro, hundiendo al BARACALDO con la rotura del eje. (mas información www.vidamaritima.com )