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Viaje de un niño emigrante

Por: Vicente Pérez Molías

COVADONGA ( Companía Trasatlántica 1958 )

       Este quizá no sea un relato como los anteriores pero tiene la importancia de ser una vivencia personal de un niño.  Mi familia decidió que emigrara a Méjico en 1958 con 14 años acompañado con un tío mío en busca de oportunidades. La compañía  Española Trasatlántica disponía de una flota importante. La motonave  COVADONGA después de tocar diversos puertos españoles con pasaje y carga, en aquella ocasión corcho de Lisboa, empezó la gran travesía tocando los puertos de Nueva York, La Habana, Veracruz y Mejico como final de trayecto.

     Recuerdo la navegación el olor impregnado en las manparas a brea y a salitre, la mar encrespado con constantes barridos de lluvia  en todas las cubiertas en una travesía llena de pantocazos y ruidos del trepitar de las hélices cuando salían del agua . El radar no dejó de funcionar para evitar los icebegs propios de aquella latitudes en el mes de Diciembre.
                                                       
  En Nueva York, no pude tocar tierra por no tener visado, pero si dibujar aquellos rascacielos, ( dejo un apunte que aún conservo ).  Acostado al muelle número 17 de  Manhattan en un incesante paso de coches y una temperatura de 12 grados bajo cero quedó marcado mi paso por aquella gran ciudad en mi memoria de niño.

 Al llegar a La Habana me confundieron con Joselito al mismo tiempo que el Che Guevara y Camilo desfilaban por la capital el 3 de enero de 1959.  No podía imaginar, que años marte en 1970, ya como tercer oficial comandaría un barco de la misma Compañía Transatlántica.