Por: Vicente Pérez Molías
COVADONGA ( Companía Trasatlántica 1958 )
Recuerdo la navegación el olor impregnado en las manparas a brea y a salitre, la mar encrespado con constantes barridos de lluvia en todas las cubiertas en una travesía llena de pantocazos y ruidos del trepitar de las hélices cuando salían del agua . El radar no dejó de funcionar para evitar los icebegs propios de aquella latitudes en el mes de Diciembre.
En Nueva York, no pude tocar tierra por no tener visado, pero si dibujar aquellos rascacielos, ( dejo un apunte que aún conservo ). Acostado al muelle número 17 de Manhattan en un incesante paso de coches y una temperatura de 12 grados bajo cero quedó marcado mi paso por aquella gran ciudad en mi memoria de niño.
Al llegar a La Habana me confundieron con Joselito al mismo tiempo que el Che Guevara y Camilo desfilaban por la capital el 3 de enero de 1959. No podía imaginar, que años marte en 1970, ya como tercer oficial comandaría un barco de la misma Compañía Transatlántica.